Inicio de la noche con cuatro temas de "Through a Crooked Sun", su disco del año pasado: "Gone Away", "Station Man" (versión de un tema de Fleetwood Mac), "It's Not Easy" y "Lost & Found". Muy buenas sensaciones, sonido excelente, y una banda sólida y perfectamente engrasada con músicos soberbios: el bajista Brian Allen (buenísimas líneas), el teclista Steve Moltz (fantástico trabajo también el suyo), el batería Joe Magistro y el guitarra Dan Wistrom, cuya incorporación ha sido todo un acierto, ya que descarga a Rich del trabajo en la rítmica, apoya con segundas voces y añade color a algunas canciones con la steel guitar. Rich sigue en su linea habitual de rostro serio y poca interacción con el público, vocalmente discreto (desde luego, no será nunca el frontman definitivo) pero que como guitarrista resulta todo un virtuoso.
Las siguientes cancions del set fueron de su EP "Llama Blues", "By The Light of Sunset Moon" y "Look Through My Window" y dos versiones: "Oh Well", de Fleetwood Mac y "Motherless Children", de Eric Clapton. Largos desarrollos instrumentales, buenos solos de Rich, Wistrom aportando sonoridades campestres con su Steel y la intendencia funcionando a las mil maravillas.
Tras una hora de concierto y con "Fallling Again" y "Bye, Bye Baby" (bonito solo con slide) como últimos temas, Rich y su banda se retiraban para volver con un único, larguísimo y apoteósico bis: su ya clásico "Oh! Sweet Nuthin'" de la Velvet (otro solo precioso), con un trabajo vocal muy afinado de toda la banda y dos versiones enlazadas en una jam de casi 20 minutos: "How Many More Times", de Led Zeppelin y "War Drums" de War. Una auténtica exhibición de poderío y buen gusto musical, con la banda luciéndose y a toda máquina y Rich ejerciendo de maestro de ceremonias.
Lo dicho, un magnífico concierto, con un set muy equilibrado (aunque extraña la ausencia de temas de "Paper") y brillante final.
Tras una hora de concierto y con "Fallling Again" y "Bye, Bye Baby" (bonito solo con slide) como últimos temas, Rich y su banda se retiraban para volver con un único, larguísimo y apoteósico bis: su ya clásico "Oh! Sweet Nuthin'" de la Velvet (otro solo precioso), con un trabajo vocal muy afinado de toda la banda y dos versiones enlazadas en una jam de casi 20 minutos: "How Many More Times", de Led Zeppelin y "War Drums" de War. Una auténtica exhibición de poderío y buen gusto musical, con la banda luciéndose y a toda máquina y Rich ejerciendo de maestro de ceremonias.
Lo dicho, un magnífico concierto, con un set muy equilibrado (aunque extraña la ausencia de temas de "Paper") y brillante final.
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