sábado, 6 de abril de 2013

Presentación de "Alice Cooper. Por un billón de dólares"


Nunca dejaré que esos maricones toquen en uno de mis escenarios
Bill Graham, la primera vez que vió a Alice Cooper en concierto

Esta es una de las muchas perlas que podemos encontrar en "Alice Cooper. Por un billón de dólares", el libro de Sergio Martos que se presentó anoche en la Sala Music Hall de Barcelona. El libro fue presentado a dúo por el propio autor y por Alfred Crespo, editor de 66rpm, el sello que ha publicado la obra.



En un recinto lleno a rebosar, Sergio y Alfred comentaron algunos de los entresijos del libro, en una divertida exposición salpicada de anécdotas: el baúl lleno de fotos (todas imprescindibles, por supuesto) que Sergio tenía preparadas para publicar; la "lista negra" (que todavía perdura) en la que Martos incluyó a todos aquellos que osaron ir al concierto de Drive By Truckers en detrimento del de Alice Cooper en 2010; la poca memoria de Alice Cooper (esa afición a la botella...); la especial relación entre Groucho Marx y Alice; las conversaciones de Andrés Calamaro con Bob Dylan (que aunque parezca que no tiene relación con el tema, sí la tiene) o el móvil del padre de Sergio sonando en plena presentación (con un tono de Van Halen, por cierto).

El autor contestó también algunas preguntas del público, como el porqué del título del libro, un juego de palabras que combina dos clásicos: de la música ("Billion Dollar Babies") y del cine ("Por un puñado de dólares"). Martos aprovechó el momento para desvelar en rigurosa primicia el título de la segunda entrega, que cubrirá la etapa en solitario de Alice: "La pesadilla eterna", otro juego de palabras que hace referencia a "Welcome to my Nightmare" y la película "El sueño eterno".

La presentación terminó con un concierto muy especial: los Schizophrenic Spacers (la banda de Sergio Martos) homenajenado a Alice Cooper con un setlist compuesto por temas míticos como "Billion Dollar Babies", "No More Mr. Nice Guy", "I'm Eighteen", "Dead Babies" o "School's Out".



Obviamente en el bolo pudimos ver todos los trucos escénicos de Alicia: reparto de billetes, desmembramiento de muñecos, la camisa de fuerza y, cómo no, la guillotina que no podía faltar.


Lo cierto es que la banda sonó como un auténtico cañón y la última canción, "Under My Wheels", fue un final perfecto para una velada que desbordó buen rollo y pasión por la música.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...