lunes, 11 de marzo de 2013

UFO. Sala Razzmatazz 2, 10/03/13



UFO son uno de los secretos mejor guardados del Hard Rock británico. Se trata de una banda cuyo reconocimiento es inversamente proporcional a una trayectoria discográfica (sobre todo en los 70) brillante. Seguramente ha contribuído a ello el hecho de que el revival de los sonidos "duros" que trajo consigo la NWOBHM a principios de los 80 (que ayudó aconocer/relanzar las carreras de algunos coetáneos suyos), coincidió con una etapa especialmente convulsa para el grupo: problemas internos, adicciones diversas, idas y venidas de miembros de la banda...

Aunque ya no tienen el tirón de antaño, cuando eran capaces de llenar estadios, siguen en activo. Fieles a su costumbre, en los últimos años han sufrido diferentes cambios de miembros, aunque desde la publicación de "The Monkey Puzzle" (2006) la formación ha permanecido más o menos estable.

En su mini gira española han venido a presentar su último trabajo "Seven Deadly" (2012), un disco que, sin alcanzar el nivel de anteriores trabajos suyos, resulta bastante interesante. Como siempre que un grupo veterano nos visita, surgen las dudas sobre lo que será capaz de ofrecernos. En este caso eran varias las incógnitas: el estado vocal (y anímico) de Mogg, la ausencia del bajista Pete Way (uno de los iconos del rock y carisma en estado puro) por motivos de salud o el rendimiento de Vinnie Moore, buen guitarrista pero con una papeleta complicada: lidiar con la alargada sombra de Michael Schenker y Paul Chapman.

Lo cierto es que el de esta noche ha sido un muy buen concierto: un inicio trepidante con dos clásicos de la banda "Lights Out" y "Mother Mary". Sonido compacto, banda engrasada y actitud relajada, con un Phil Mogg especialmente parlanchín. Mogg es de esos frontman de escuela clásica que parecen haber hecho un pacto con el diablo. Parece mentira que un hombre de 58 años, con su trayectoria de millones de kilómetros a la espalda, miles de conciertos y excesos para dar y tomar esté en tan buena forma. En su caso no descartaría en absoluto algún acuerdo con el gerente del Averno, luce un aspecto (delgado, rostro anguloso, mirada penetrante) realmente mefistofélico.

Con los temas siguientes "Fight Night", "Wonderland" (de "Seven Deadly") y "Cherry" (de "Obsession", no muy habitual en sus repertorios) Vinnie Moore ha demostrado su buen hacer. A pesar de su fama de guitarrista "come-escalas", ha adaptado su manera de tocar al sonido del grupo y lo cierto es que no lo hace nada mal. A continuación dos pelotazos como "Let it Roll" y "Only You Can Rock Me", con toda la sala (unas 400 personas) cantando a voz en grito.

"Love to Love" y "Burn Your House Down", dos temas lentos, han bajado momentáneamente las revoluciones. Mogg ya no tiene la potencia de antaño (cosa que se nota en aquellas canciones más exigentes) pero borda estas baladas, con el deje blues que tiene su cálida voz y esa manera de "decir" tan característica.

Otro tema poco habitual, "Venus", ha vuelto a subir la curva de revoluciones, que ha alcanzado su máximo con "Too Hot to Handle" (otro de sus clásicos atemporales) y una incendiaria "Rock Bottom" que, por un momento, nos ha hecho añorar a Michael Schenker por el guitarreo estridentemente descontrolado de Moore, que se ha venido arriba cual cabra tirando hacia el monte. 

Luego, los bises: la inefable "Doctor, Doctor", con Moore en algún momento tentado de volver a escalar alegremente hacia las alturas, y "Shoot Shoot" (uno de mis temas favoritos) como final de fiesta tras una hora y cuarenta y cinco de actuación.

Lo dicho: muy buen concierto, con Mogg y Moore (a pesar de sus arrebatos) a buen nivel. Mención especial para Andy Parker, de esos baterías poco espectaculares pero que trabajan para el colectivo: serio y sobrio, un puto metrónomo. El bajista Rob de Luca ha estado también muy solvente: buenas lineas, algunas poses al estilo Pete Way y su mismo modelo de bajo (un Gibson Thunderbird). Y qué decir del gran Paul Raymond (otro que está hecho un chaval), el típico músico sacrificado pero que resulta imprescindible: arreglos e intros de teclado, apoyando con la rítmica, haciendo coros...

Esperemos que UFO continúen dando conciertos como el de anoche y editando discos como "Seven Deadly". Da igual que ya no llenen estadios, ni falta que les hace, a los que nos gusta el rock clásico nos vale con eso. Y al diablo seguramente también, ojalá ese pacto se mantenga durante muchos años.

1 comentario:

  1. Totalmente de acuerdo con tus apreciaciones sobre le concierto. Y mira que no tocar «Natural Thing»!!!!!
    Un saludo.

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