martes, 1 de diciembre de 2009

About a Boy: La joya pop de Nick Hornby


Me gusta hablar de la música y el cine porque son importantes para mí, y estoy seguro de que también para mucha gente. Describir el mundo contemporáneo sin hacer referencia a la música y al cine es imposible.

Así calificaba Nick Hornby en una entrevista su universo literario, que se refleja en un estilo de escritura fresco, directo y muy vinculado a la cultura pop, sobre la cual giran la mayoría de sus novelas.

Hornby se convirtió en un escritor conocido a partir de sus novelas "Fiebre en las gradas" y "Alta fidelidad", que son el reflejo de dos de sus obsesiones vitales: el fútbol y la música. Aprovechando el tirón del escritor, Anagrama reeditó hace un año una novela de 1998, "Un gran chico" (About a Boy), que fue originalmente publicada por Ediciones B con el título "Érase una vez un padre". 

Desgraciadamente ninguno de los títulos en castellano (ambos infames, para qué negarlo), respeta el juego metalingüístico de Hornby que, con el título original, hacia un guiño a la canción About a Girl, de Nirvana.

Y es que Nirvana, concretamente Kurt Cobain, es el catalizador  de la historia, protagonizada por una figura ya arquetípica en el imaginario literario del autor: el del adulto cerca de los 40 con alergia a cualquier cosa que huela a compromiso o a las responsabilidades de la "madurez", síndrome conocido como "de Peter Pan", que el género femenino encuentra especialmente exasperante. 

En un artículo publicado en "Libertad Digital" (todos tenemos nuestras perversiones...) con motivo de la publicación de Juliet Naked, la última novela de Hornby, se referían a los síntomas de dicha patología como ...el temor al compromiso sentimental y, sobre todo, la obsesión de muchos señores por el Rock'n Roll, un cordón umbilical que los mantiene conectados a la juventud perdida. Como es un tema que me toca la "fibra" (¿es que a los 40 solo te puede gustar Phil Collins? Francamente, preferiría morir descuartizado) lo voy a dejar aquí...

Como iba diciendo, el protagonista de la novela es Will, un vividor de 36 años adicto a las faldas, a las nuevas tendencias y comprador de New Musical Express y The Face, que no ha pegado un palo al agua en su vida gracias a un golpe de suerte: es el heredero de los derechos de una canción navideña (Santa's Super Sleigh) que compuso su padre, del estilo de las que por estas fechas hemos de soportar ad nauseam. Por un capricho del destino conoce a Marcus, un preadolescente inadaptado en la jungla londinense, hijo de una hippy divorciada, ligeramente chiflada y fan de Joni Mitchell.

Por una mera cuestión de supervivencia (salir del instituto sano y salvo es su objetivo diario) Marcus decide convertir a Will en una especie de padre adoptivo que le guie por la senda de lo Cool, le instruya en gustos musicales juveniles y evite que vaya vestido como un espantapájaros, cosas para les que Will está especialmente dotado.

Marcus necesitaba ayuda para ser un chico, no un adulto. Y por desgracia para Will, ésa era exactamente la ayuda que estaba en inmejorables condiciones de proporcionar. No sería capaz de decirle a Marcus cómo debía madurar, cómo apañárselas con una madre que tenía tendencias suicidas ni nada por el estilo, pero sí podía explicarle que Kurt Cobain no juega a fútbol en el Manchester United. Y para un chico de doce años que iba al colegio a finales de 1993, ésa tal vez fuera la información más importante de cuantas podía recibir.

Así, en frío, hay que reconocer que el argumento no es precisamente muy prometedor e invita a la huida inmediata; la realidad es que se trata de una novela muy divertida: amable pero cáustica, tierna aunque con toques amargos, de chispeantes diálogos y personajes muy creibles.

Hornby, ademas, demuestra tener un gran capacidad de observación y el texto acaba convirtiéndose en un fresco de la sociedad inglesa de mitades de los 90 y de los usos y costumbres de esa época. Las referencias musicales son constantes: Paul Weller, David Bowie, el Acid House, Snoop Doggy Dog, Pet Shop Boys, Nirvana... Así como las televisivas: Home and Away, Neighbours (dos culebrones australianos que causaron furor en el Reino Unido), Countdown (el "Cifras y Letras" brítánico), "La ley de los Ángeles", "Policías de Nueva York", etc. En definitiva, se trata de una obra recomendable y muy entretenida, de lo mejor de Hornby junto con "Alta Fidelidad".

"Un gran chico" fue adaptada al cine en el 2002 con otro título abominable: "Un níño grande" y la verdad es que, contra todo pronóstico y a pesar de la presencia de Hugh Grant (que si de mi dependiera estaría encarcelado en la Torre de Londres hasta el día del Juicio Final) no está mal, aunque no llega, ni de  lejos, a la altura de "Alta Fidelidad", la excelente adaptación protagonizada por un gran John Cusack.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...