domingo, 22 de febrero de 2015

The Afghan Whigs. Sala Apolo, 21/02/2015


























Las reunificaciones de grupos legendarios suelen dar un poco de miedo, uno nunca sabe a qué carta quedarse: ¿Dinero? ¿Alimento para la nostalgia de los fans? ¿Inquietudes artísticas/todavía tenemos cosas que decir? Las dos primeras suelen ser las más frecuentes, por desgracia. Por eso, cuando se anunció la vuelta de los Afghan Whigs, uno se esperaba lo peor aunque, si tenemos en cuenta su status de grupo de culto, supongo que sus expectativas económicas tampoco pasaban por montarse en el dólar. Por otro lado, el hecho de que Greg Dulli, un culo inquieto, hubiera estado trabajando en diversos proyectos, tanto en solitario como con los Gutter Twins y los Twilight Singers hacía albergar esperanzas de que, efectivamente, todavía tenía cosas que decir en el seno de su banda de toda la vida.

Su regreso a los escenarios fue con nota, como demostraron en su, corto pero intenso, concierto en el Primavera Sound 2012 y las buenas críticas generales de su gira por USA y Europa. El segundo paso fue meterse en el estudio, con la mala noticia de la baja del guitarrista Rick McCollum, sin duda el alma mater, junto con Dulli, del sonido Afghan Whigs. Pese a ello, "Do the Beast" es un más que notable disco de retorno. Sin ser superior a sus obras maestras como "Black Love" o "Gentlemen", mantiene las constantes de sus trabajos anteriores (intensidad emocional, poso soul, guitarras afiladas...) con un sonido más "moderno" en forma de arreglos electrónicos.

El último, y decisivo, paso era defender las nuevas canciones en directo. Visto lo visto anoche, ya podemos decir que el retorno de los Whigs ha sido realmente a lo grande: prescindiendo de ejercicios de nostalgia, Dulli & Co. pusieron toda la carne en el asador y metieron hasta ocho canciones de "Do the Beast" en el set. Resultado: salieron a hombros y por la puerta grande.


Para empezar, tres temas nuevos: "Parket Outside", "Matamoros" y "The Lottery". Desde luego, si alguien tenía dudas de cómo iban a encajar las canciones del nuevo disco, se disiparon en ese mismo instante: Dulli perfecto de voz, un sonido "grande", con tres guitarras sonando a la vez durante la mayor parte del concierto. Grande y alto, pero inusualmente nítido (pocas veces he visto sonar tan sumamente bien Apolo), con todos y cada uno de los arreglos perfectamente audibles en todo momento.

A partir de ahí momentos álgidos para parar un tren: "Somethin' Hot" sonando como un tiro; "Debonair", "Algiers" y "Royal Cream" prácticamente empalmadas y que fueron (perdón por el obvio juego de palabras) pura crema; bestiales "It Kills" y "My Enemy", como también lo fue "Son of the South", en el que intercalaron parte de "Roadhouse Blues" de los Doors; estratosférica "Gentleman" y momentos de piel de gallina en "Can Rova" y "Lost in the Woods", con Dulli en plan Crooner y luciéndose con el falsete.



Lo de los bises con "Summer Kiss"y, sobre todo, una enorme "Faded" que encogía el alma, fue el colofón de un grandioso, fantástico, intenso concierto de más de dos horas.

Poco más queda por decir: Dulli cantando mejor que en sus mejores tiempos; muy bien los guitarras Dave Rosser y John Skibic y enorme el multiinstrumentista Rick Nelson, con sus intervenciones a las cuerdas, piano y teclados, añadiendo matices (tan importantes en esta banda) a todas las canciones.

Pocas veces el retorno de una banda ha tenido tanto sentido como en el caso de Afghan Whigs: un disco estupendo, músicos en plena forma, conciertos largos e intensos, la banda muy metida, dándolo todo. Yo no llegué a verlos en los 90 pero me extrañaría que fueran mejores de lo que demostraron anoche.

Inmensos. Candidato desde ya a concierto del año.




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